domingo, 4 de noviembre de 2012

EXCURSIÓN AL CASTILLO DE MARÍA DE HUERVA

La excursión prevista para este trimestre era al castillo de María de Huerva, nuestra localidad, y este viernes nos fuimos y nos lo pasamos de maravilla. Fue una buena caminata, subiendo cuestas bastante pronunciadas y andando por caminos con piedras y barro. Pero nuestros magníficos/as alumnos/as no se quejaron en ningún momento, andaban y se iban imaginando la historia que les iba contando Ana, la profesora de Educación Física. Al llegar al castillo almorzamos y luego volvimos por otro camino donde encontramos unas piedras grabadas muy interesantes y unos magníficos acantilados. Cuando nos paramos a descansar nos encontramos con el abuelo a Adrián y Laura, una persona encantadora que iba haciendo unos de sus paseos matutinos para mantenerse sano y en forma.La excursión fue un éxito, todos se portaron muy bien y aprendieron la historia del castillo al-Marya de María de Huerva. Llegando al colegio nos paramos a saludar a nuestros entrañables y hermosos caballos, yeguas y potrillos a los que tanto cariño les tienen nuestros chicos y chicas.

Aquí os dejo un poquito de la historia del castillo al-Marya de nuestra localidad y unas cuantas fotos de la excursión.


El castillo de María de Huerva se llama al-Marya  que significa “atalaya”, es de origen árabe y se alzaba al otro lado del río, sobre un cerro ubicado a las afueras del pueblo, en un acantilado que domina el valle del Huerva.

En el año 951 figuraba a cargo del gobernador el tuyibí Yahía-ibn-Hasim.

La fortaleza albergó a las tropas de Abderramán III en el año 935 y sirvió en la defensa de Zaragoza contra Alfonso I el Batallador en 1118.

Tras la conquista cristiana el castillo pasó a manos de los reyes de Aragón, y conoció numerosos dueños. Jaime I lo cambió con Blasco de Alagón por Morella en el año 1233. En 1348 fue sucesivamente conquistado, primero por los unionistas y después por el ejército real, mandado por Lope de Luna. Finalmente la fortaleza fue a parar a manos de la familia de los Fernández de Heredia que más tarde serán los Condes de Fuentes, con quienes finalizará el dominio del Señorío de María.

Su Castillo conserva la torre del homenaje, “Donjon”, en lo más alto de la atalaya a la que se accede por un pasadizo con escaleras talladas en la roca. La pequeña meseta sobre la que se asienta la fortaleza contaría con depósitos auxiliares de agua para prevenir los asedios y otras torres menores. Una muralla de tapial, piedra de yeso y cal reforzaría toda la acrópolis. A continuación se organiza el poblado morisco, que según las fuentes fue uno de los más numerosos de la vega del Huerva, contando con 200 casas en el momento de la expulsión, es decir que habitaron unas 1000 personas (1610). El asentamiento tuvo mayoría absoluta morisca, durante el dominio cristiano (1118-1619).

El asentamiento islámico se desarrolla en terrazas adaptándose a la configuración del cabezo.

En el extremo septentrional del cabezo se localiza una muralla defensiva transversal con entrada en doble recodo para facilitar la defensa de la localidad. Las murallas cuentan con pasadizos y ventanas aspilleras.

También se puede visitar una construcción sobre la vertical del río Huerva desde donde se articularía una noria para el fácil aprovisionamiento de agua, principal problema del poblado.

Ya en la falda del cerro del castillo se encuentra la zona de los alfares, de los que dos de ellos fueron objeto de excavaciones arqueológicas en los años 80, por María Elisa Palomar, y que ofrecieron abundante azulejería de arista y de la que contamos con documentación que atestiguan de la actividad de dos moriscos de una misma familia, Alexos de Alborxe y Jerónimo de Alborxe, apellidos que acreditan su origen de la vecina localidad Zaragozana de Alborje, a orillas del Ebro. Trabajaron desde 1571 a 1601 y su producción de azulejos de arista sirvieron apr alas obras de las iglesias de San Pablo y San Miguel de los Navarros (1571, 72 y 73) y La Parroquieta de la Seo de Zaragoza (1574 y 1582). Hay que destacar que parte de la cerámica consumida en Zaragoza y tenida hasta la fecha como del tipo "cerámica de Muel" en realidad lo fue de María y Cadrete.

El Castillo con su asentamiento y los alfares situados en los pies del cerro constituyen un conjunto que se completa con la necrópolis del poblado musulmán que se localiza en el cerro que desde el río se encuentra al Oeste del camino antes de llegar al “lugar viejo”. Es posible que hayamos detectado la existencia del cementerio de los cristianos nuevos en la base de la plataforma del castillo, junto a una estructura absidial que podría pertenecer a la Iglesia cristiana del primitivo María que anteriormente sería la Mezquita.

Por supuesto que existió en el lugar una mezquita que el Decreto de Conversión general obligatoria de todos los musulmanes al cristianismo de 1526 trajo aparejada la conversión de las Mezquitas en Iglesias, sin embargo se conserva documentación de que los mudéjares de María rehusaron ser bautizados, debiendo de interceder un emisario del Señor de la Villa, quien les convenció de que aceptasen la Orden Real pero “guardando el corazón para Mahoma”. Este es un ejemplo de como la nobleza aragonesa apoyó a sus súbditos mudéjares hasta el último momento de la expulsión.

El Lugar Viejo y su Castillo tienen la máxima protección que las Leyes dan a un monumento: de Bién de Interés Cultural. La naturaleza de Monumento Nacional ya fue tenida en cuenta al recogerlo y fotografiarlo Francisco Abbad de los Rios, en su Catalogo Monumental de España (Zaragoza, 1958).

Su grado de conservación excepcional se debe a que tras la expulsión de los moriscos la población cristiana cambió de localización, pasando a la orilla izquierda del río, junto al nuevo Camino Real de Madrid y paso a denominarse María la nueva. La nueva Villa fue trazada con regla y cartabón por un arquitecto del Señor Conde de Fuentes en el S. XVII. Por este motivo “el lugar viejo” quedó abandonado.

El 15 de junio de 1809, una fecha histórica para María.

En esta fecha los ejércitos español de la zona de Levante y francés del Norte se enfrentaron en el término municipal de María. El paisaje en el que se desarrollaron los acontecimientos ha sido el que hemos conocido todos hasta hace veinte años, y que en la actualidad se ha modificado de manera importante con la construcción de la Autovía Mudejar y de la mejora del trazado de la Velocidad Alta del ferrocarril, junto al crecimiento del Polígono industrial.

La vista de María que descubrieron los ejércitos imperiales es la misma que vieron nuestros padres y abuelos.
 


 

 

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